martes, 23 de febrero de 2010

Fin

Una vez finalizada la asignatura he decidido cerrar al público este blog y así poder continuar con mi blog personal más tranquilamente y sin la ligera presión que supone tener que publicar cosas por semiobligación, como es el caso de este blog.

Un saludo a tod@s

jueves, 18 de febrero de 2010

El uso del blog

Aunque la palabra blog se haya adoptado dentro de la lengua castellana, no deja de ser un cuaderno de bitácora. Quizás el término hila un poco más fino, y se refiere a un cuaderno de bitácora en la red.

En la enseñanza y en el aprnedizaje, su aplicación es nula, bueno, casi nula. Al menos, hasta mi llegada a esta asignatura que ya he terminado, nunca había imaginado que un docente tuviera la idea de utilizar un blog grupal que se alimentara de las aportaciones y el trabajo reflejado por el resto de alumnos en sus blogs personales. En cambio si había visto que algún curso o alguna asignatura si usara un blog para colgar apuntes, prácticas o notas de interés para todos, pero esto ha ido un paso más allá de lo que conocía.

En cuanto a mi opinión sobre el uso del blog pues puedo decir que me ha parecido cuanto menos interesante. Yo ya utilizó el blog hace bastante tiempo, pero desde luego, mi objetivo nunca fue aplicarlo a la enseñanza ni al aprendizaje. Al menos de manera directa no lo fue. Aunque, tras cursar esta asignatura debo decir que me parece una herramienta muy útil, pues permite llevar las tareas al dia y, si faltas a clase, ponerte al dia con celeridad.

Conviene destacar que el blog es, también, y fundamentalmente, un espacio de expresión y reflexión (ésto depende más de cada cual) personal. Aunque más frio y aséptico, permite expresarse con más comodidad a aquellas personas que en clase les cuesta más por el ya tan manido miedo escénico. Así todos los integrantes de la clase pueden enterarse de lo que quieren decir y de lo que opinan los demás y permite a uno mismo compartir aquella reflexión que desee con el resto de la clase.

En definitiva, el uso del blog sólo puedo calificarlo como útil, interesante y novedoso. A parte de su contribución a un aprendizaje común también permite que todos estemos en contacto con las TIC's que tan interesantes resultan, y que, en este momento, son el mejor vehículo para la difusión de la información y del conocimiento. De esta manera todos hemos podido aprender los unos de los otros.

viernes, 5 de febrero de 2010

Balance Final

Ha sido una asignatura que ha requerido un trabajo diario, algo que, personalmente, agradezco, ya que si de por sí soy algo indisciplinado a la hora de marcarme una serie de pautas para trabajar, este tipo de asignaturas me ayudan a poder marcármelas.

Por otra parte, la innovación educativa, como ya dije en otra entrada anterior, a mi, personalmente no me resulta nada nuevo. Algo que no quiere decir que sea malo, sino que es un tipo de educación que ya he vivido y, personalmente me gusta más. Creo que es más justa, y fomenta más el aprendizaje que la memorización.

Respecto al trabajo en grupo... ha sido la parte de la asignatura en la que más he disfrutado. Quizás no haya aprendido tanto de sistema económico mundial como eperaba, pero, al menos, sí que he aprendido sobre un tema que ya antes me resultaba atractivo, y que, en grupo, hemos logrado abordarlo desde diferentes perspectivas y así he logrado entenderlo mucho mejor.

Creo que esta asignatura puede resumirse en que ha sido un cuatrimestre de constante ejercicio de relación. Relación de conceptos, de temas, de visiones...

Ciéncia y Método

En cuanto al SIGNIFICADO DE LA CIENCIA, hemos podido comprobar en textos anteriores varias definiciones globales acerca de lo que significa la ciencia. En este texto, sin embargo, trataremos de abordar el tema desde una perspectiva subjetiva y propia. La ciencia es un esfuerzo constante y concreto de la actividad humana, tanto a un nivel social como individual. Este esfuerzo le ha alejado de la naturaleza y distinguido del resto de los animales. Orgullo: la ciencia es a la vez nuestro pecado y nuestro mayor éxito. Y esto nos ha llevado a cambiar las togas y las túnicas por batas y gafitas redondas. Hemos colocado la ciencia en el mayor de los logros; si Nietzsche dijo que la filosofía había matado a Dios la ciencia ha disparado a la cabeza para asegurarse del todo, después le ha despiezado, enterrado en sitios diferentes y echado cal viva por encima. La ciencia es la nueva divinidad encargada de cuidar de todos nosotros y nosotros la reverenciamos con fervor extremista. Confiamos en las etiquetas de "científicamente testado" como si se tratase de estampitas religiosas. Las palabras usadas por los científicos para explicar sus avances son complejas y solo pueden entenderse por aquellos que pertenecen a su comunidad, a oídos de la mayoría de la población les recuerdan a a poderosas palabras arcanas con las que dominan la realidad. Personalmente el Abra kadabra alakazam me recuerda a Kalia Vanish oxiaction cristal white inteligent plus. Y no solo eso, encontramos a los científicos en la televisión (el elemento culturizador de las masas) como los nuevos héroes y protagonistas, perfectos e imparables con la ciencia a su lado ("La estadística demuestra que es usted la culpable." "Sé que él es el asesino capitán, la metodología del análisis facial no puede fallar." "¿Pruebas circunstanciales? Eso no significa nada para un autentico medico e investigador.") Sin embargo los científicos conocen los límites de la ciencia y por ello nunca olvidamos que las leyes y teorías pueden cambiar. Sabemos que la Ciencia es como la Verdad. Está formada por "teorías científicas" que se trenzan creando la ciencia en un momento histórico concreto. Esto implica que no solo cambia la ciencia sino la manera en la que entendemos la ciencia utilizándola como elemento para comprender el mundo. De ahí nos remontamos al texto de Longo con el que podemos señalar que la parte más importante existente en la ciencia es su metodología; este es el elemento que nos hace a los científicos sociales diferentes a los trabajadores sociales, por ejemplo. La posesión de una metodología es la herramienta con la que creamos la ciencia, a su vez es el elemento revolucionario y transformador. La mejora del método y el cambio de métodos hace que la ciencia sea mutable y busque la perfección en cada una de sus evoluciones.
Carballo utiliza nuevamente las etapas descritas anteriormente en la explicación del método científico y hace un nuevo añadido: la clasificación, que tendría por finalidad seguir una observación de los hechos y someterlo a un proceso de abstracción de las ideas. Además señala la importancia de verificar las hipótesis y volver a someterlas a la teoría original. Finalmente señalar que el método de exposición se basa en tomar el trabajo obtenido en la primera etapa del método (descripción). Una vez hecho esto se realiza un análisis empírico de la realidad observable y objetiva con todos los datos obtenidos. Tras esto ha de formularse una hipótesis coherente y lógica.

III Lectura

El conocimiento siempre se inicia a partir de los hechos, a partir de la observación de los mismos. Ésta es la primera etapa de una investigación. Pero cuidado: cualquier observación es ya en sí misma un principio de análisis, pues lleva consigo una selección, comparaciones, deducciones, etc.


La primera tarea de la investigación científica consiste en observar los hechos, en seleccionar los más significativos, en descubrir las relaciones que los unen entre sí y en evidenciar en cada hecho concreto los aspectos más sustanciales o significativos. Pero una vez hecho todo esto es necesario avanzar más y encajar esos resultados obtenidos a través de la observación en un esquema coherente.

La segunda etapa del trabajo científico consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. En esta etapa la cualidad esencial consiste en poseer una ardiente fantasía creadora. La fantasía permite al hombre crear mentalmente la imagen de aquello que no es, pero que él pretende alcanzar o realizar, es decir, una imagen en base a la cual él actuará para modificar la realidad en la dirección deseada. La fantasía se complementa con la intuición.

La tercera etapa del trabajo científico consiste en comprobar rigurosamente que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos, para lo cual será preciso volverlos a observar, ampliando si es necesario el campo de observación a nuevos fenómenos, así como en profundizar el análisis de los hechos ya conocidos.

La cuarta y última etapa del trabajo científico consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente.

Toda la operación puede ser esquematizada de la forma siguiente: observación de los hechos → formulación de las hipótesis → nueva observación de los hechos → nueva formulación de las hipótesis... y así hasta el infinito.

La elaboración teórica y la observación de los hechos se complementan mutuamente, pero no coinciden, y ninguna de ellas puede sustituir a la otra. Por otra parte, si falta uno de estos dos aspectos del trabajo científico, deja de existir la ciencia. En definitiva, la ciencia nunca puede reducirse a la pura teoría abstracta, ni a la pura investigación empírica. Schumpeter afirma que que la elaboración de una visión global de la realidad precede siempre al análisis de los hechos empíricos.

Los hechos siempre constituyen la base de una elaboración teórica, pero el hombre, en el momento de iniciar una investigación, y mucho antes de que se hayan esbozado los fines de la misma y su necesidad, y de que por tanto se haya iniciado la formulación teórica, posee un bagaje de conocimientos y observaciones empíricas.

El hecho de dedicarse a una investigación concreta presupone ya un cierto interés teórico: el plantearse un problema constituye una suposición primaria y, por tanto, una primera formulación teórica que es la que inicia la verdadera investigación consciente y razonada.

El trabajo de un estudioso aislado está siempre integrado en el seno de la actividad investigadora colectiva, social, humana. El investigador individual utiliza las conclusiones y las elaboraciones de otros científicos como partes integrantes de su propia investigación y elaboración.

De las características del proceso de conocimiento se derivan dos importantes consecuencias:
-La condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones de otros es que por nuestra parte hayamos iniciado ya una elaboración propia.
-Todo investigador debe crear por sí mismo el aparato conceptual que necesita para trabajar.

De todo lo anterior podemos deducir lo siguiente:
-Toda ciencia tiene un objeto de investigación concreto.
-Utiliza un determinado método de investigación, aspecto esencial de la ciencia.
-Construye una determinada visión científica de la realidad.

¿Qué es la concepción del Mundo?

Este texto se centra en explicar que es una concepción del mundo. Se trata de unos principios que dan razón de la conducta de un sujeto tal que simpatías o antipatías por ciertas ideas, reacciones rápidas, acríticas etc. Una buena parte de la vida cotidiana interpretada en principios o creencias implícitas inconscientemente en el sujeto que obra o reacciona.

Dichos principios suelen estar explícitos en la cultura de la sociedad en que vive el individuo. Esta cultura contiene un conjunto de afirmaciones acerca de la naturaleza del mundo físico y de la vida. En ello se relaciona con la concepción del mundo pues está relacionada con el sistema de juicios de valor, el sentido de la vida y la muerte, la existencia o no de una causa espiritual en el principio del mundo etc.

En las culturas de tradición grecoromana por ejemplo las concepciones del mundo tienen por lo general una relación directa con sistemas filosóficos o credos religioso-morales. En ello se ve una clara relación entre cultura y concepción del mundo.

Sin embargo en el XIX la filosofía sistémica vio como la ciencia positiva le arrebataba campos temáticos. Las concepciones del mundo se vieron afectadas en este sentido por una transformación en su búsqueda de saber, ahora, reclamando una misma positividad que la ciencia. La búsqueda de intersubjetividad se hace patente al buscar que todas las personas entiendan la formulación del mismo modo lo que da sin duda una mayor seguridad y un rendimiento considerable respecto a los dogmas religiosos (más vagos y menos operativos).

Sin embargo las concepciones del mundo carecen de las características típicas de la ciencia y el conocimiento positivo como son la verificación o falsificación empíricas y la argumentación analítica. Esto se debe a que toda concepción tiene enunciados acerca de la existencia o no de dios, del sentido o no de ciertas cuestiones etc. Todo ello obviamente no puede ser demostrado del mismo modo que las ciencias.

Sin embargo allí entra la particularidad de la concepción marxista del mundo que trata de acabar con la obcecación de la consciencia humana en factores idealizados. Se trata de una concepción del mundo explícita, el nuevo materialismo pasa así a ser una concepción del mundo que se sustenta en las ciencias reales superando a la filosofía en su forma.

Y es que para Marx, no hay conocimiento superior al positivo. Busca partir de la ciencia para llegar a ella misma, es decir explicitar la propia ciencia. Para ello existe un concepto: el inmanentismo. Este se refiere a que la explicación de los fenómenos debe buscarse en otros fenómenos en el mundo (y no en algo teóricamente superior a este). Admitir causas no naturales rompería la base del principio científico, el mundo debe explicarse por sí mismo y el materialismo histórico es lo primero.

Otro principio de la denominada como “concepción comunista del mundo” (por Engels) es la dialéctica, que se refiere a los límites de la ciencia positiva.

Esta última realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico reductiva que consiste en eliminar factores irracionales para explicar el mundo, este análisis obvia conceptos con contenido cualitativo para limitarse a relaciones cuantitativas formales.

Dicho método tiene regularmente éxito puesto que reduce fenómenos complejos a cuestiones elementales más homogéneas ya que al eliminar lo cualitativo se pueden plantear preguntas más exactas a la naturaleza así como realizar previsiones más precisas.

Este sistema convierte los conceptos de la ciencia en leyes. Y ello da una exactitud que sin embargo no aparece en el discurso científico a la hora de hablar de las totalidades, campo de relevancia para el pensamiento dialéctico. Y es que la concepción del mundo debe por fuerza dar una comprensión a las totalidades concretas pues la práctica humana así lo requiere.

En este campo la dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los del análisis reductivo pudiendo explicar el nivel de las concreciones a la par que el de las totalidades lo que hace de esta una concepción del mundo a diferencia de la ciencia positivista.

Capítulo IV Sweezy

El capitalismo implica la producción de mercancías. Pero lo contrario no es verdad: La producción de mercancías no implica necesariamente el capitalismo. En realidad, un alto grado de desarrollo de la producción de mercancías es una prerrequisito necesario para la aparición del capitalismo.
En necesario ante todo examinar cuidadosamente los rasgos especiales que separan a esta forma de producción del concepto general de producción de mercancías.
El capitalismo
Bajo la producción simple de mercancías cada productor posee y trabaja con sus propios medios de producción, bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo. Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo, son mercancías, es decir unos y otra son objetos de cambio, y por lo mismo, portadores de valor de cambio. Se sigue que no sólo las relaciones entre propietarios, sino también las relaciones entre propietarios y no propietarios tienen el carácter de relaciones de cambio. Lo primero es característico de la producción de mercancías en general, lo segundo, del capitalismo solamente. Podemos decir, por lo tanto, que la compra y venta de la fuerza de trabajo.
En la producción simple de mercancías el productor vende su producto a fin de comprar otros productos que satisfagan sus necesidades específicas. Empieza con Mercancías, las convierte en Dinero, y de ahí, una vez más, en Mercancías, las convierte en Dinero. El Dinero es el principio y el fin.
El origen de la plusvalía
Para descubrir el origen de la plusvalía es necesario ante todo analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo. Cuando decimos que la fuerza de trabajo es una mercancía, no queremos decir que el trabajo mismo sea una mercancía. La distinción es importante y debe ser cuidadosamente tomada en consideración.
En el sentido más estricto, la fuerza de trabajo es el trabajador mismo. La fuerza de trabajo es una mercancía, debe tener un valor como cualquier otra mercancía. La plusvalía no puede surgir del mero proceso de circulación de mercancías. Si todos pretendíeran obtener una ganancia elevando sus precios, como en un diez por ciento, lo que cada quien ganara como vendedor lo perdería como comprado, y el único resultado sería la elevación de los precios en general. El valor que los materiales tienen al comienzo es transferido a los productos al final. Lo que distingue los edificios y la maquinaria de los materiales es el hecho de que los primero transfieren sus valor al producto final más lentamente, es decir, en una sucesión de períodos de producción, y no todo de una vez como en el caso de los materiales. Es cierto, que de los materiales y la maquinaria se puede decir que son físicamente productivos, en el sentido de que la mano de obra que trabaja con ellos puede rendir una producción mayor que la mano de obra que trabaja sin ellos, pero la productividad física en este sentido no debe confundirse bajo ninguna circunstancia con la productividad de valor. Desde el punto de vista del valor no hay razón para suponer que los materiales o la maquinaria puedan transferir finalmente al producto más de lo que ellos contienen. Esto sólo deja una posibilidad, a saber, que la fuente de trabajo sea la fuente de la plusvalía.
Con su trabajo de un día el trabajador produce más que los medios de subsistencia de un día. En consecuencia, la jornada de trabajo puede dividirse en dos partes, trabajo necesario y trabajo excedente. Bajo las condiciones de la producción capitalista el producto del trabajo necesario va a poder del obrero en forma de salario, mientras que el capitalista se apropia el producto del trabajo excedente en la forma de plusvalía. Debe notarse que el trabajo necesario y el trabajo excedente como tales con fenómenos que están presentes en todas las sociedades en que la productividad del trabajo humano se ha elevado por encima de cierto mínimo muy bajo, es decir, en todas las sociedades con excepción de las más primitivas. Más aún, en diversas sociedades no capitalistas el producto del trabajo excedente se lo apropia una clase especial de por un medio u otro mantiene su control sobre los medios de producción. Lo específico del capitalismo es, entonces, no el hecho de la explotación de una parte de la población por otra, sino la forma que asume esta explotación, a saber, la producción de plusvalía.
Los componentes del valor
Por el análisis precedente se ve que el valor de cualquier mercancía producida en las condiciones del capitalismo se puede dividir en tres partes. La primera, que sólo representa el valor de los materiales y la maquinaria usados.
S e representa con la letra C, La segunda parte, la que restituye el valor de la fuerza de trabajo, sufre en cierto sentido una alteración de su valor, ya que puede estar más o menos de acuerdo con las circunstancias. Esta segunda parte se llama por consiguiente, capital variable, y se la representa con la letra V, la tercer parte es la plusvalía misma, que se designa con la letra O, Ciñéndome a esta notación, podemos formular así el valor de una mercancía. Esta fórmula, además, no se limita en su aplicabilidad al análisis del valor de una sola mercancía, sino que puede extenderse y cubrir la producción total durante cierto período, digamos un año, de una empresa o de cualquier grupo de empresas, llegando hasta incluir toda la economía.
La tasa de plusvalía
La fórmula c+v+p constituye la espina dorsal analítica
La primera de estas proporciones lleva el nombre de tasa de la plusvalía, se define como la proporción de la plusvalía con respecto al capital variable, y se designa con una p.
La tasa de la plusvalía es la forma capitalista de lo que Marx llama la tasa de explotación, es decir, la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario. Supongamos asó que el día de trabajo es de doce horas, y que seis horas corresponden a trabajo necesario y seis horas a trabajo excedente. Entonces en cualquier sociedad en que una clase explotadora se apropie el producto del trabajo excedente, tendremos una tasa de explotación dada por la proporción siguiente.
Bajo el capitalismo el producto del trabajo asume la forma de valor. Lo que por supuesto, es numéricamente idéntico a la tasa de explotación. Los dos conceptos, tasa de explotación y tasa de plusvalía, pueden ser usados con frecuencia el uno en lugar del otro, pero es importante recordar que el primero es el concepto más general aplicable a todas las sociedades de explotación, mientras que el segundo sólo se aplica el capitalismo. La magnitud de la tasa de la plusvalía es directamente determinada por tres factores, la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo. El primero establece el tiempo total que debe dividirse entre el trabajo necesario y el trabajo excedente, y el segundo y tercero juntos determinan cuando de ese tiempo debe contarse como trabajo necesario. Cada uno de estos tres factores es por turno el punto focal de un complejo de fuerzas que debe ser analizado en el desarrollo ulterior de la teoría. La tasa de plusvalía puede elevarse ya sea por una extensión del día de trabajo o por una rebaja del salario real, o por un aumento de la productividad del trabajo, o bien, finalmente, por alguna combinación de las tres operaciones.
Es importante entender que la suposición de tasas iguales de la plusvalía se basa, en último análisis, en ciertas tendencias muy reales de la producción capitalista. Los obreros se trasladan de las zonas de salarios bajos a las de salarios más altos, y los productores procuran , servirse de los métodos técnicos más avanzados.

La fórmula c + v + p es el núcleo de la teoría economía de Marx.
Los epígrafes que siguen se basarán en ella. La tasa de la plusvalíaBasada en la fórmula escrita arriba, tenemos otra derivada de ella:p/v = p´ = tasa de explotación (En referencia a los sistemas capitalistas, se puede denominar "tasa de plusvalía" también. La "tasa de explotación" se puede dar a todas las sociedades donde ha habido explotación).Esta fórmula nos da la proporción de trabajo excedente respecto al trabajo necesario.La tasa de plusvalía depende de tres factores:
1) La duración de la jornada laboral. (La cantidad de tiempo trabajado que se reparte entre el trabajo necesario y el trabajo excedente).
2) La cantidad de mercancías que entran en el salario real. (Tanto este factor como el 3 es necesario para determinar la cantidad de trabajo necesario).
3) La productividad del trabajo. En referencia a los tres factores,la tasa de plusvalía puede aumentar alargando el día laboral o disminuyendo el salario. En el caso del aumento de la jornada laboral, Marx habla de plusvalía absoluta. Cuando se baja el salario o se baja la productividad, Marx habla de plusvalía relativa. Marx trabajaba siempre bajo el supuesto de que la tasa de plusvalía era igual entre todas las empresas e industrias. Esto se basa, a su vez, en dos supuestos más que no siempre se dan en la realidad:
1) La fuerza de trabajo es homogénea, transferible y móvil.
2) Todas las industrias y empresas utilizan solamente la cantidad de trabajo socialmente necesaria bajo las circunstancias existentes. (Es decir, el capitalista sólo emplea el nivel técnica necesario para realizar la cantidad de trabajo socialmente necesaria). Cuando la segunda condición no se da, algunos productores terminan teniendo una tasa de plusvalía más alta o más baja que la media. Aunque la segunda condición no se dé siempre, se basa en el hecho de que en el sistema capitalista los obreros tienden a dejar los lugares donde los salarios son más bajos para buscar salarios más altos. Y los productores, por su parte, pretenden tener la tecnología más puntera. (Según Marx, esta segunda condición se cumplirá siempre que el capitalismo funcione bien y supere los condicionantes negativos anteriores).
La composición orgánica del capital

La composición orgánica del capital se puede expresar matemáticamente de la siguiente manera: c / c + v = o = composición orgánica del capital
Verbalmente, es la medida en que el trabajo dispone de materiales, instrumentos y maquinaria para producir. Es decir, es el capital que realmente se emplea para producir una mercancía dada. Los factores que determinan la composición orgánica son la tasa de los salarios reales, la productividad de la actividad laboral, el nivel de técnica agregado y la cantidad de capital que se ha acumulado previamente. La tasa de ganancia Lo que más influye en el comportamiento del capitalista es la tasa de ganancia que matemáticamente se expresa: p / c + v = g = tasa de ganancia
Verbalmente, se puede expresar como la proporción de la plusvalía respecto a la cantidad total de recursos económicos que el capitalista ha gastado en capital.
Supuestos: 1) El capitalista no dedica ninguna parte de la plusvalía a pagar alquiler. No se considera la propiedad de la tierra. Si no fuese así, sería muy complicado sacar conclusiones generales dado que habría que tener en cuenta cada relación particular. Este análisis, lo hace Marx más avanzado en su obra.
2) El periodo de vida de todo capital es de 1 año. El proceso productivo, las materiales, maquinaria y fuerza de trabajo que se compran a principios de año y concluyen a finales del año. Después de la conclusión, todo se vende y el capitalista recupera sus gastos, más la plusvalía. Los factores que determinan la tasa de ganancia son iguales a los que determinan la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital.
g = p´ (1 – o) donde g = p / c + v; p´ = p / v; o = c /c + vVerbalmente, se considera que la tasa de ganancia depende de la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital. El supuesto aplicado a tasa de ganancia de que hay una igualdad general entre las industrias y las empresas también se aplica a la tasa de ganancia. Como los trabajadores se mueven para encontrar salarios más altos, el capital lo hace para encontrar mayores beneficios. Tanto en un caso como en el otro, hay una igualdad general a nivel técnico. De aquí, surge un problema teórico. Si tanto las tasas de plusvalía como las de ganancia son iguales en todos lados, según la ley del valor (c + v + p), la composición orgánica del capital también debe ser igual en todos lados. Sin embargo, esta afirmación se desmiente en el ejemplo siguiente:Si c + v + p = valor total, entonces, podríamos encontrarnos en una situación en la que
Caso A )10c + 20v + 20p = 50
Caso B) 30c + 10v + 10p = 50
En estos dos casos, la tasa de plusvalía es de un 100% (p/v, o sea, 20/20 y 10/10, respectivamente). Se supone que si el capitalista del caso A le vende su bien al del caso B y viceversa, que los dos bienes deberían cambiarse sobre la base 1 a 1. El problema es que si esto ocurriera, el del caso A tendría una tasa de ganancia de un 66,6% y el del caso B de un 25% (p/c+v, o sea, 20/20+10 y 10/10+30, respectivamente). Esta situación no se repetiría de forma estable. No podemos afirmar que hay una igualdad en las composiciones orgánicas del capital. Dentro de la misma industria, las composiciones orgánicas del capital tienden a ser iguales, pero entre industrias de distintas naturalezas la situación es diferente. Como consecuencia, se puede llegar a la conclusión de que la ley del valor no se puede aplicar a todas las situaciones. Sweezy defiende a Marx frente a las críticas que pretenden que se deseche la teoría del valor. Según su modo de ver, la aplicación de la ley del valor sí se puede aplicar si la ponemos a prueba utilizando y descartando el supuesto de que las composiciones orgánicas del capital son iguales y modificando los resultados de forma acorde. Si la diferencia entre los dos resultados es poco importante, podremos aplicar a nuestro estudio la ley del valor. Si no deberemos buscar otra base teórica.Marx no reconoce este problema hasta el volumen III de “El Capital”. Sweezy cree que su forma de intentar resolver este problema es inadecuada, y, por eso, propone la alternativa a la que acabamos de hacer referencia. Ladislaus von Bortkiewicz habló de lo importantes que eran la ley del valor y su aplicación. Dijo que la validez de la ley dependía de unos factores que en lugar que componer el capitalismo lo ocultan. Si suponemos que la composición orgánica del capital es igual en todas partes, podemos decir que la ley del valor controla de forma directa de cambio de mercancías sin modificar el hecho de que los capitalistas explotan a los obreros y que el deseo de los segundos de maximizar las ganancias afecta al volumen, la dirección y la técnica de producción. Esta hipótesis que afirma que las composiciones orgánicas del capital son iguales no quiere decir que las tasas de la plusvalía y de la ganancia lo sean. La desigualdad de éstas se justifican en el capitalismo donde la competencia entre productores es un factor esencial.

jueves, 21 de enero de 2010

Exposición Farmacéuticas

Expusieron justo detrás de nosotros, y, por casualidad, fue la exposición que más podía cuadrar ahí, ya que las farmacéuticas son las grandes fabricantes de drogas sintéticas legales. Y, por supuesto, las farmacéuticas desarrollan algunos de sus productos a partir de las mismas materias primas que se utilizan para fabricar drogas.

Al fin y al cabo, la conclusión que se puede sacar de ambas exposiciones es que las drogas, pueden servir tanto para curar como para emponzoñar a las personas. Y que en ambos sentidos sirven para hacer negocio tanto por el malestar como por el bienestar de las personas. ¿Un narcotráfico legal?

Fue una exposición muy clara e ilustrativa, se centraron mucho y muy bien en el tema, aunque, como siempre, el tiempo se queda corto como para explicar bien el tema trabajado. Aunque es innegable que dieron unas muy buenas nociones de un tema del que la mayoría de las personas hemos oido hablar pero que no siempre hemos profundizado lo suficiente.



miércoles, 20 de enero de 2010

España vs Japón

Os invito a todos/as a que entreis en este BLOG y veais por vosotros mismos la diferencia entre dos empresarios del mismo sector, uno japonés y otro español.

Y mi reflexión ante esto es: Lo que nos queda por aprender en España.

Exposición Narcotráfico

La exposición que realizamos Andrés, Christopher, Matilde, Yoan y yo partió fundamentalmente de las siguientes ideas: el narcotráfico es un negocio transnacional e ilegal, combatirlo supone un gasto muy grande para los estados y las sustancias estupefacientes generan una dependencia a muchas personas, enfermedades e incluso la muerte.

En el grupo en general nos preocupaban todos los aspectos del narcotráfico. Hay a quien sus inquietudes le inclinaban más por cuestiones económicas, a otros por cuestiones legales y a otros por cuestiones sociales. Pero, al final, tras hacer el trabajo vimos que todas estas cuestiones guardaban una relación más estrecha de la que podíamos imaginar.

Respecto a la exposición en si, la planteamos, o tratamos de plantearla, de una manera que todo aquel que nos escuchara entendiera lo que es, más o menos y a grandes rasgos, el narcotráfico. Y que se tuviera consciencia de lo que supone, economicamente, legalmente y socialmente el tráfico de sustancias estupefacientes.

Creo, al igual que con el resto de exposiciones, que el tiempo de exposición es excesivamente limitado y no da tiempo a explicar el estudio en si. Tan sólo sirve para presentarlo y dar pie a que, toda persona que quiera indague más sobre ello. A mi me hubiera gustado poder explicar con más detenimiento nuestro trabajo, poder habernos parado punto por punto para así explicar el gran negocio que es el narcotráfico.

martes, 19 de enero de 2010

Exposición Tigres y Dragones

Fue la segunda exposición del dia y resultó ser interesante. Un tema que por lo general se acostumbra a ver desde una perspectiva lejana (geograficamente), pero el hecho de que estos compañeros incluyeran a Irlanda hizo que, yo por lo menos, tomara conciencia de que las economías emergentes están más cerca de lo que imaginaba y de que pueden crecer a un ritmo increible.

La exposición ha sido diferente a la anterior. Los compañeros la estructuraron de la misma manera que dijo el profesor, he hicieron bastante hincapié en la metodología, aunque es innegable que se preocuparon por explicarnos a todos qué son y cuáles son los paises que han estudiado y cómo son sus economías. Personalmente se me hizo corta, creo que es un tema que puede dar mucho de sí y que requiere mucho más tiempo y que los compañeros lo resumieron y explicaron en el tiempo que buenamente pudieron, y lo hicieron francamente bien.

No es un tema que esté directamente relacionado con el narcotráfico, ya que este tema versa, fundamentalmente, sobre el crecimiento económico de unos estados, mientras que el narcotráfico es un negocio que no entiende directamente de territorios estatales. Aunque hay estados, algunos vecinos de estos tigres, que son los principales productores de opio del mundo. Incluso uno de estos "dragones" vivió "Las Guerras del Opio". Y elucubrando un poco, debido al crecimiento económico, si China continúa creciendo, podría aspirar a ser un gran consumidor de sustancias estupefacientes y por ello un receptor del narcotráfico.

Exposición Mercosur

Ha sido la primera exposición del curso, y el tema tenía muchísima enjundia. Ni más ni menos que la unión comercial entre Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. La presentación ha sido bastante completa, aportaba muchísimos datos y explicaba francamente bien lo que es Mercosur, que, por lo general, es algo que se desconoce. Quizás no era una presentación que siguiera las pautas que dijo el profesor rigurosamente, y se centró en explicar el contenido del trabajo más que en explicar por encima lo que es Mercosur y cómo han realizado el trabajo, algo, que en mi opinión me parece bueno ya que, siendo un tema tan desconocido he logrado salir de clase teniendo una mínima idea de lo que es Mercosur.

El tema guarda una relación geográfica con el narcotráfico (exposición que he realizado), ya que Mercosur es una unión comercial entre paises que lindan con una región geográfica que resulta ser en la que más cocaina se produce en el mundo. Y, al fin y al cabo, salvando las distancias, Mercosur, no deja de ser una iniciativa que aspira a crear una especie de Schengen en Suramérica.

Capítulo VIII Sweezy

En este capítulo el autor nos habla de las crisis, del cómo y el porqué nacen tomando como referencia (al igual que en el resto de su obra) el análisis que hicieron de este fenómeno tanto Marx como los autores marxistas posteriores.
Marx habla de las crisis en el manifiesto como de algo que se repite periódicamente y que ponen a prueba la vida de toda la sociedad burguesa de manera cada vez más amenazadora. En el Capital y la Historia crítica de la teoría de la plusvalía también se citan las crisis. Sin embargo sus menciones a este fenómeno que recurrentemente aparece en sus escritos son sencillas, es decir que no realiza ningún examen completo o sistemático de la materia, debido seguramente a su complejidad.
La crisis económica solo puede ser explicada por el movimiento real de la producción, la competencia y el crédito, es decir el mercado y el mecanismo financiero (tipos más complicados que los que aparecen en “el Capital” que son demasiado abstractos). Seguramente si Marx hubiera vivido más tiempo los habría estudiado pero dado que no ha sido así Sweezy dice que está obligado a referirse a autores posteriores para dar una visión marxista que explique el fenómeno.
Frente a sociedades de trueque, el sistema capitalista se basa en las transacciones mercancía-dinero-mercancía (M-D-M). Aquí el dinero es un medio de circulación aceptado y estable cuya función y propósito es dividir el acto del cambio en 2 partes que puedan estar separadas en tiempo y espacio. El dinero permitió que el productor no estuviera obligado a buscar a alguien que tuviera lo que el necesitara y que necesitara lo que él tuviera. Así mismo la moneda permite vender el producto cuando se termina y comprar cuando hace falta lo que además de ahorrar tiempo posibilita la especialización (base de la productividad incrementada).
En un sistema de economía simple la posibilidad de una crisis es inconcebible de la manera en que se produce en un sistema capitalista. Si A vende pero no compra a B, este al no vender no puede comprar a C y luego lo mismo con D etc. Una interrupción en el proceso de circulación puede afectar a toda la economía. Así aparece la crisis: coincidencia de existencias de mercancías invendibles y necesidades insatisfechas. En este caso la causa sería el saber porqué A vendió y no pudo comprar aunque ello no es fácil.
Uno de los más grandes errores cometido por los economistas clásicos fue el no distinguir la economía simple de mercancías de la economía capitalista. Según la Ley de Say a una venta le sigue invariablemente una compra por igual cantidad. No puede por ello interrumpirse la circulación M-D-M con lo que no habría ni crisis ni sobreproducción. Esta ley fue seguida por los economistas clásicos lo que devaluó totalmente sus contribuciones a la materia.
En la Historia crítica de la teoría de la plusvalía Marx dedica un apartado entero a criticar dicha ley. Según Ricardo uno está obligado a comprar porqué ha vendido y el dinero no es más que el medio por el cual se ha efectuado el cambio. Para Marx esto no es así ya que el dinero es un medio por el cual se efectúa el cambio dividiendo en 2 transacciones separadas y distintas la venta y la compra. Si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis y la sobreproducción. Por ello la misma forma simple M-D-M contiene la posibilidad de la crisis al dividir y separar operaciones complementarias.
En el sistema capitalista sin embargo la formula M-D-M se convierte en D-M-D´. En el anterior sistema simple el valor de cambio entre las dos “M” es idéntico aunque el valor de uso de la segunda M es mayor en tanto que no tiene valor para su productor, el deseo de la segunda M le da más valor. Así el propósito del cambio es la adquisición del valor de uso y no el aumento del valor de cambio por ello se habla de producción para el consumo y la crisis es improbable.
D-M-D´ funciona de manera distinta. El capitalista inicia su carrera con dinero (D), lanza este a la circulación a cambio de fuerza de trabajo y medios de producción (C), tras el proceso de producción reaparece en el mercado con mercancías que transforma de nuevo en dinero (D´). Las dos “D” representan el valor de cambio, no el valor de uso. Este proceso solo tendría sentido si hay una diferencia cuantitativa entre D y D´ es decir: D´- D= ∆D
La expansión del valor es la base de la circulación D-M-D´, la apropiación de más y más riqueza en abstracto es el único móvil de operaciones para el capitalista. A diferencia de lo que podría ser un “avaro” en la economía simple, el capitalismo no conserva sino que mete en circulación el dinero constantemente. Por ello se dice que el capitalismo es producción para obtener ganancia, lo que hace del sistema más susceptible a las crisis.
Sin embargo M-D-M no desaparece en todo el sistema, el obrero por ejemplo comienza con una mercancía: su fuerza de trabajo, la convierte en dinero y con ello adquiere mercancías. Por ello D-M-D´ es extraño al obrero pues actúa por necesidad y no por enriquecimiento. La diferencia de comportamiento entre el capitalista y el obrero no se explica por la naturaleza humana sino por la diferencia entre D-M-D´ y M-D-M.
Analicemos ahora la relación entre D-M-D´ y el problema de las crisis. Lo que el capitalista busca es que ∆D sea lo mayor posible. No juzga este por su volumen sino por su aumento respecto a lo que dispone en origen (es decir ∆D/D) esto es la tasa de ganancia.
Como en la economía simple cualquier interrupción en el proceso de circulación, cualquier retención del poder de compra dentro del mercado puede iniciar contradicciones y dar origen a la sobreproducción lo que refleja un descenso en la misma. La diferencia es que ahora es fácil de ver lo que puede iniciar la contradicción, si le ocurre algo a ∆D el capitalista reconsiderará la conveniencia de lanzar D a la circulación. Podemos afirmar que ∆D es el talón de Aquiles del capitalismo (y del que carece la economía simple). Si ∆D desaparece o se vuelve negativo el incentivo a la producción deja de existir. Los capitalistas retirarán su capital, reducirán la circulación y comenzará una crisis seguida de sobreproducción.
Suponiendo que la tasa de ganancia fuera siempre positiva habría también posibilidades de que los capitalistas reduzcan sus operaciones lo suficiente como para crear una crisis puesto que según Marx, en el capitalismo no se trata solo de reemplazar la misma masa de objetos del que se compone el capital en la misma escala o en una ampliada sino de reemplazar el valor del capital adelantado con la tasa usual de ganancia. Tan pronto descienda la tasa de ganancia por debajo del nivel ordinario se reducirán las operaciones de los capitalistas.
A la larga el capitalista debe reinvertir su capital si quiere seguir acumulando. Esto no significa que lo deba hacer inmediatamente ni en la misma línea de producción. Si ∆D baja, los capitalistas retirarán su capital de esa industria para invertirlo en otra más rentable, pero si baja en todas, no podrán beneficiarse reubicándose, por ello, esperan a que las condiciones sean más favorables otra vez. Este parón interrumpe el proceso de circulación y provoca la crisis y la sobreproducción. Esto es en realidad el proceso por el que la tasa de ganancia se restituye completa o parcialmente a su nivel previo.
Por ello no es verdad que deba desaparecer la tasa de ganancia o volverse negativa para producir una crisis. Lo único que se requiere es un descenso de la tasa de ganancia más allá de lo ordinario suficiente como para que los capitalistas retengan su capital en forma de dinero esperando la vuelta de condiciones más favorables. Esto rompe la continuidad del proceso de circulación y precipita la crisis.
No se debe en ningún caso pensar que el capitalista en crisis en vez de aumentar su tasa de ganancia aumenta su consumo personal pues esto cambiaría el carácter de la demanda de mercancías pero no induciría a crisis alguna ya que no se interrumpiría el proceso de acumulación. No debemos pensar en ningún momento que el capitalista pierde su interés en la acumulación y se vuelve de repente un ciudadano moral (ello lo previene Marx).
La teoría moderna sugiere que la clase capitalista se divide en dos secciones: la de los empresarios que organizan y dirigen los procesos de producción y la de los poseedores de capital en dinero que a través de sus préstamos suministran los fondos que los empresarios necesitan para sus operaciones.
En este caso el empresario pensará que vale la pena invertir capital mientras que la tasa de ganancia sea mayor que el interés que está obligado a pagar. Tan pronto la tasa de ganancia esté debajo del interés, el empresario no invertirá, la circulación se interrumpirá y vendrá la crisis.
Realmente cuando el tipo de interés es bajo, los capitalistas prefieren no prestar su capital, la creencia es que estos tipos no durarán mucho y que es más rentable esperar a que estos vuelvan a crecer. Aunque si esto se prolonga mucho, los capitalistas se resignarán al tipo bajo.
La negativa a prestar a un tipo de interés bajo es la misma que la de invertir cuando la tasa de ganancia es inferior. Es decir que la clase capitalista restringe sus actividades de inversión cuando el beneficio sobre el capital cae por debajo de cierto nivel.
El proceso de acumulación del capital lleva consigo una tendencia a descender la tasa de la ganancia, si esta no se elimina el resultado puede ser la crisis. También puede pasar que los capitalistas no puedan vender las mercancías en sus valores, si se produce demasiado, el precio cae por debajo del valor y la ganancia se reduce o desaparece. Si esto ocurre en varias industrias el resultado es la crisis.

Capítulo VI Sweezy

Ley de la tendencia descendiente de la tasa de la ganancia:
Siguiendo esta fórmula: g=p´ (1-o)
Si suponemos que la tasa de la plusvalía (p´) es constante, la tasa de la ganancia (g) varía en sentido inverso a la composición orgánica del capital (o). Si o sube g baja. Al existir una tendencia de o a subir debe existir una de g a caer.
Lo importante de esta ley según Marx es que demuestra que ciertos obstáculos internos se oponen al desarrollo indefinido de la producción capitalista. La tasa de la ganancia es la fuerza compulsoria de la producción capitalista por lo que solo se produce aquello que genera ganancias. Según Marx, a Ricardo le preocupa que la tasa de ganancia, principio estimulante del sistema capitalista, se pusiera en peligro por el desarrollo mismo de la producción. Se trata por ello de un modo histórico de producción y no un modo absoluto, limitado en el tiempo y la historia.
Marx enumera 6 causas contrarestantes que contrarrestan y anulan la ley general de la tasa descendiente de la ganancia reduciendo esta al nivel de tendencia:
- La primera tiene en cuenta el abaratamiento de los elementos del capital constante: el uso creciente de maquinaria eleva la productividad del trabajo disminuyendo el valor por unidad del capital constante. Es decir, un aumento de la composición orgánica del capital baja el valor constante (es su propio correctivo).
- La segunda se refiere al aumento de la intensidad de la explotación: La prolongación de la jornada de trabajo eleva la tasa de plusvalía aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar a la de trabajo necesario. Si se “acelera” y “estira” también, se eleva la tasa de la plusvalía haciendo entrar el trabajo necesario en un tiempo más corto y dejando así una mayor parte de la jornada de trabajo no alterada para el trabajo excedente. Todo ello eleva la tasa de la ganancia.
- La tercera habla de la depresión de los salarios más abajo de su valor: Reducir salarios cada vez que el capitalista puede.
- La cuarta trata de la sobrepoblación relativa: El aumento de la maquinaria deja libres a un cierto número de trabajadores creando, por así decir, un ejército de reserva. La existencia según Marx de trabajadores desocupados conduce a la instalación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital baja lo que deja una tasa de ganancia relativamente alta, lo que hace subir la tasa de ganancia general sumado a las viejas industrias. Este ejército también deprime mediante la competencia, con la fuerza de trabajo activa la tasa de salarios y eleva la tasa de plusvalía.
- La quinta explica el comercio exterior: Este permite adquirir materias primas y artículos necesarios para la vida de manera más barata que si se produjeran en el país. Ello aumenta también la tasa de la ganancia y la de plusvalía. Aunque no es parte esencial del análisis.
- La sexta y última se refiere a la forma de calcular la tasa de ganancia, a diferencia de las otras cinco que se clasifican según si su efecto es mantener baja la composición orgánica del capital o elevar la tasa de plusvalía.
Se ha visto que es correcto suponer una composición orgánica ascendiente del capital pero ¿se justifica al mismo tiempo una tasa constante de plusvalía?
Si la tasa de plusvalía permanece invariable significaría que hay una elevación de salarios reales proporcional al aumento de la productividad del trabajo. Pero si la productividad del trabajo se duplica, es decir, que en el mismo tiempo el trabajador produce dos veces lo que antes, una tasa de plusvalía inalterable significaría que el obrero trabaja la misma cantidad de tiempo para sí que para el capitalista. Es decir, su productividad acrecentada beneficia tanto al obrero como al capitalista.
Pero el análisis hasta ahora revela una tasa ascendente de la plusvalía. El efecto del ejército de reserva así lo revela, el capital constante mantiene una competencia con el trabajo actual y su demanda. No se sostiene pues un aumento de la productividad del trabajo con una tasa de plusvalía constante. Una productividad ascendente conlleva consigo un aumento de la tasa de la plusvalía (más máquinas, menos necesidad de trabajadores, mas plusvalía, disminuye el valor del trabajo).
Un ascenso en la composición orgánica del capital significa un aumento en la productividad del trabajo con lo cual un aumento de la plusvalía. Si suponemos que la composición orgánica del capital como la tasa de plusvalía son variables entonces la tasa de la ganancia será indeterminada. Todo lo que se puede decir es que la tasa de la ganancia baja si el porcentaje de aumento en la tasa de plusvalía es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total.
Los cambios en la tasa de la plusvalía son así causa contrarrestante.



Por otra parte existen otras fuerzas que pueden influir en la tasa de ganancia tanto para incrementarla como para incrementarla como para disminuirla. Dentro de las fuerzas que tienden a incrementarla cabe destacar las organizaciones de empresarios o patronales, la exportación de capital, la formación de monopolios, y la acción del estado en beneficio del capital. Entre las que hacen decrecer la tasa de ganancia están: sindicatos y la acción del estado en pro de los trabajadores.

Para los sindicatos un exceso de población activa es un obstáculo que impide a los trabajadores beneficiarse de las ventajas del desarrollo industrial. Para salvar este obstáculo los trabajadores se asocian en sindicatos. Por ello, los sindicatos, son el instrumento que los obreros utilizan para luchar por la mejora de sus condiciones y sus derechos laborales.

El estado puede actuar tanto en beneficio de los trabajadores como a favor del capital. Y esto lo hace, fundamentalmente, mediante la legislación que puede favorecer la disminución de las tasas de plusvalía y de ganancia e incrementando sus salarios. Y al capital, el Estado, puede ayudarlo también mediante legislación liberalizadora.

Las organizaciones patronales, son, al fin y al cabo, los organismos que utilizan los capitalistas para defender sus intereses. Y desde estos organismos luchan para luchar por sus intereses.

La exportación de capital sirve, fundamentalmente, para evitar que la acumulación no tenga un efecto depresivo sobre la tasa de ganancia, o que al menos ese efecto no sea tan acentuado.

Los monopolios son, al fin y al cabo, el triunfo de un capitalista sobre los demás. Esto provoca el incremento de la tasa de ganancia tanto del propio capitalista como general.

Existe una gran variedad de fuerzas que pueden afectar, de forma más o menos acentuada. Fuerzas, que, entre si, tienen una relación fundamental, el trabajo.

Capítulo V Sweezy

Para Sweezy, el concepto de “Reproducción Simple” hace referencia al capitalismo. La Reproducción Simple se fundamenta en el consumo. Para que el sistema capitalista se mantenga es necesario que los obreros consuman todo su salario y que los capitalistas hagan uso de toda su plusvalía en el consumo.


Paul Sweezy hace una división de la producción. Y la divide haciendo de la producción dos categorías diferenciadas: Por un lado los medios de producción y por otro los artículos de consumo. Es decir, la propiedad de los capitalistas y en segundo lugar los elementos a consumir por el proletariado.

Con el ingreso, el autor, hace una clasificación similar, es decir, la divide entre el capitalista y el proletariado. Por un lado, el capitalista tiene que gastar su ingreso (plusvalía) en medios de producción aunque el capitalista es libre de gastarlo pero debe gastarlo siempre que quiera mantener su posición. Mientras que el trabajador debe gastar su ingreso (salario) en los bienes de consumo, algo de lo que no es realmente libre, pues siempre estará obligado a consumir para satisfacer sus necesidades.

La acumulación (en términos marxistas) de capital es la base del desarrollo del sistema capitalista. El objetivo es incrementar el capital que un capitalista posee, al fin y al cabo, que su patrimonio sea mayor y/o valga más. Y esto debe ser un proceso de repetición para así incrementar cada vez más el valor de su capital.

El capital, al contrario que la fuerza de trabajo, se puede medir, es decir, tiene una magnitud y por ello es susceptible de ser valorado de una forma objetiva (desde una óptica capitalista). Por ello, entre los capitalistas, se diferencian por el valor de sus propiedades, de la misma forma que unos pájaros tienen más poder en la bandada por el color de sus plumas. Pero al contrario que los pájaros, los capitalistas, pueden variar su posición dentro de su escala de poder en función de si amplían su capital o en cambio, pierden capital.

El capitalista no debe cesar en su consumo con el objetivo de acumular, ya que debe aumentar su capital gracias a la plusvalía sin cesar de consumir. Es decir, el capitalista está obligado, en teoría, a mantener un equilibrio para no abstenerse ni de consumir ni de aumentar su riqueza.

Por otra parte, la fuerza de trabajo no es un “bien” que ningún capitalista pueda producir. En el capitalismo (siempre y cuando esté completamente desregulado), la oferta y la demanda es un mecanismo que no funciona en lo referido a la fuerza de trabajo.

Marx propone un “ejército de reserva del trabajo” o, lo que también llamó “población excedente relativa”. Esto consiste en un que los obreros desocupados ejercen presión constante para la bajada del salario.

Capítulo III Sweezy

Dado que los resumenes de Sweezy como marca el programa son grupales, hemos decidido hacerlos en común el grupo de trabajo que formamos para la asignatura habiendonos repartido equitativamente las lecturas.

Aquí pongo el de la lectura 3:

El Problema del valor cuantitativo En toda sociedad, desde la más primitiva hasta la más avanzada, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. Lo que cambia en el curso de la historia es el modo de organizar y llevar a cabo estas actividades de producción y distribución.

Las mercancias se cambian unas por otras en el mercado en ciertas proporciones precisas, absorben también cierta cantidad precisa de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad. Marx supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. Tenemos que introducir desde leugo dos calificaciones obvias.

1) No es cierto que si el valor de una mercancia es determinado por la cantidad de trabajo empleado en ella, mientras más perezoso e inhábil fuese el trabajados, más valioso sería el producto porque mayor sería el tiempo empleado en su producción.

2) El trabajo más calificado que el trabajo medio debe tener, correlativamente, una mayor capacidad de producir valor. La relación entre los dos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independiente de los valores de mercado de sus productos. Hay aquí dos posibilidades, o bien el trabajador calificado es más proficiente por una habilidad natural superior, o bien el trabajador calificado es más proficiente por su entrenamiento superior. Si la diferencia entre dos obreros es una cuestión de habilidad natural, la regla es que la superioridad del más diestro se manifiesta independientemente de la linea de producción en que pueda ser empleado. Si, por otra parte, la diferencia entre dos obreros es una cuestión de entrenamiento, entonces es claro que el obrero superior emplea en la producción no sólo su propio trabajo, sino también, indirectamente, aquella parte del trabajo de sus maestros a la cual se debe su productividad superior. En la práctica, las diferencias en pericia pueden ser el resultado de una combinación de diferencias de habilidad y diferencias en entrenamiento. Estos casos más complejos no presentan nuevas cuestiones de principio y se les puede tratar de acuerdo con los métodos que se han esbozado para los dos casos básicos.

Los críticos de la teoría del valor de Marx han sostenido siempre que la reducción del trabajo calificado a trabajo simple implica el razonar en un círculo vicioso. El argumento parece ser que la mayor capacidad del obrero más calificado para crear valor se deduce del mayor valor de su producto.

El papel de la competencia

Veamos, primero bajo qué condiciones las proporciones del cambio corresponderían exactamente a las proporciones del tiempo de trabajo. Los cazadores de Adam Smith son lo que Marx hubiera llamado productores simples de mercancías. Los cazadores deben tener el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualesquiera ventajas que puedan presentarse en el curso del cambio, transfiriendo su trabajo de una línea de producción a otra. Dada esta clase de competencia en una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía se proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla.

El papel de la demanda

A Marx se le acusa a menudo de haber ignorado el papel de la demanda, en el sentido de las necesidades y los deseos de los consumidores, en la determinación de las relaciones de valor cuantitativo. Cuando se concibe el problema en una forma tan amplia, no se puede prescindir ya de las demandas del consumidor. Asi es que si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases de información:

1) La información sobre el costo relativo en trabajo.

2) La información sobre la intensidad relativa de la demandad de uno y otro.

Dadas estas dos clases de información , es posible determinar lo que puede llamarse el equilibrio económico general de la sociedad en cuestión.

Si Marx reconocí tan claramente el papel que juega la demanda en determinar la asignación del trabajo social, bien se puede preguntar por qué, en el conjunto de su teoría sistemática, se ocupó de este factor tan breve y aun pudiera decirse casualmente, por qué no trabajó en la dirección de sus contemporáneos, Jevons, Waltras y Menger, en la elaboración de una teoría de la opción de los consumidores. Hay dos razones fundamentales que explican el visible desdén de Marx por este problema.

1) En primer lugar, bajo el capitalismo la demanda efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores.

2) Del lado de la demanda una magnitud precisa de necesidades sociales que requiere para su satisfacción una cantidad precisa de ciertos artículos en el mercado. Pero la cantidad que estas necesidades exigen es muy elástiva y cambiante.

En la medida en que se acepta la proposición de que la demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso, parecería que no podemos escasar del todo a la conclusión de que los problemas del valor deben ser abordados por la vía de las relaciones de producción. Esta claro que Marx pensaba que las necesidades de los consumidores entran en la categoría de elementos reactivos de la vida social.

“La ley del valor VS Principio de planeación”
Lo que Marx llamaba la ley del valor resume las fuerzas actuantes de una sociedad productora de mercancías, que regula:
a) las proporciones del cambio de mercancías, que regula.
b) La cantidad producida de cada una
c) La asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.

Esto implica el que una de las principales funciones de la ley del valor es la de aclarar que en una sociedad productora de mercancías, a pesar de que las decisiones no se toman de una modo centralizado y coordinado, existe el otrden y no simplemente el caos.

En la medidad en que la asignación de la actividad productiva es sometida a un control cosciente, la ley del valor pierde su pertenencia y su importancia, el principio de la planeación la sustituye. En la economía política de una sociedad socialista la teoría de la planeación debería ocupar la misma posición básica que la teoría de la planeación debería ocupar la misma posición básica que la teoría del valor en la economía política de una sociedad capitalista. El valor y la planeación son tan opuestos entre sí como el capitalismo y el socialismo, y por las mismas razones.

El valor y el precio de producción

El precio es tan sólo la expresión monetaria del valor. Los precios de producción son modificaciones de los valores.

Precio de monopolio

La introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta, por supuesto, el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio, el control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. En este caso, por consiguiente, la demanda adquiere una significación especial, y tanto el precio como la cantidad productiva y en consecuencia, también la asignación del trabajo son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia. Las discrepancias entre el precio de monopolio y el valor no están sometidas a ningunas reglas generales, las relaciones de valor cuantitativo son perturbadoras por el monopolio, las relaciones de valor cuantitativo, no. Este es un punto importante pues quiere decir que aun bajo condiciones de monopolio podemos seguir midiendo y comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades de tiempo de trabajo,a pesar del hecho de que las relaciones cuantitativas precisas implicadas en la ley del valor han dejado de se válidas.

Capítulo II Sweezy

El capítulo comienza hablando del primer capítulo de "El Capital" que se titula "Las mercancías". El estudio de las mercancías es directamente relacionado al estudio de la relación económica del cambio. En una sociedad de producción de mercancías simple, se supone que cada productor produce cantidad mínimo de bienes. Luego, trueca una parte éstos para recibir otros bienes que utiliza para satisfacer una amplia gama de necesidades. Éste es el problema del cambio.

Marx estudió a los economistas clásicos como Adam Smith que planteó la relación que existe entre el cambio y la división del trabajo. La crítica que hace Sweezy a esta afirmación es que Smith no sabía entender la división del trabajo independientemente del cambio. Según Sweezy, el cambio existía antes del división de trabajo y fue su propulsor. Para Smith, la producción de mercancías es inherente al ser humano, y, por ende, también inherente a vida económica entre humanos. Por lo tanto, ciencia económica es igual a ciencia de la producción de mercancías. Bajo esta premisa, la economía política es exclusivamente cuantitativa.

Marx reconoce que la división del trabajo es necesaria para producir mercancías, pero no cree que eso signifique que la relación inversa tiene por qué existir. Utiliza el ejemplo de las comunidades indígenas para apoyar su argumentación; en estas comunidades había división de trabajo sin producción de mercancías. Marx discrepa fuertemente con Smith en tanto que no ve que la producción de mercancías sea inherente al ser humano ni a la vida económica. Es sólo una de las formas posibles de organizar una economía.

A través de Marx, Sweezy quita a la producción de mercancías su carácter natural para examinarla dentro de un contexto histórico-social mediante un análisis cualitativo. Eso es lo innovador del análisis marxista de esta cuestión: el hecho de que tenía en cuenta tanto lo cualitativo como lo cuantitativo. Sweezy se encarga en este capítulo de explicar ese primer factor.


Valor de uso

Marx afirmaba que toda mercancía tenía un valor de uso y un valor de cambio. El valor de uso está presente en la relación que hay entre el consumidor y el objeto que consume. Marx dejaba fuera este aspecto dado que no nos dice nada sobre las relaciones entre personas. Para él, la economía política debía centrarse exclusivamente en las categorías sociales. Sweezy cree que en lugar de excluir totalmente el valor de uso, hace falta acotarlo. Un análisis de la economía necesita reconocer que el valor de uso es imprescindible para la producción y un precursor al consumo.


Valor de cambio

Este segundo valor sí tiene importancia para Marx. Es indicativo de una relación social entre los que poseen las mercancías. Aunque parezca que cada productor trabaja de forma aislada, realmente los unos trabajan para los otros. Las mercancías son fruto del trabajo humano en una sociedad que se organiza a base de la división de trabajo. Si hablamos del valor de cambio, podemos hablar de una forma de intercambio contextualizada en un periodo histórico que se basa en la producción privada donde el trabajo se reparte entre los miembros de la sociedad.

Trabajo y valor

Es el trabajo lo que convierte una mercancía en una expresión de relaciones sociales. Tiene dos aspectos: uno relacionado con el valor de uso y el otro relacionado con el valor que tiene la mercancía producida. El trabajo que da a un producto un valor de uso, se le denomina trabajo útil. El trabajo útil no es la única fuente del valor de uso; también está implicada la naturaleza. (P.ej. Para hacer un chaquetón de cuero, hay que trabajar el cuero que viene del pellejo de un animal: naturaleza + trabajo).

Si quitáramos la utilidad al trabajo, nos quedaríamos simplemente con el gasto de fuerza humana de trabajo. El trabajo debe entenderse en el sentido abstracto dado que todos los humanos trabajan gastando energía con vistas a un objetivo fijo, produciendo valores de uso.


Trabajo abstracto


El trabajo abstracto tal como queda representado en el valor de las mercancías juega un papel importante en el pensamiento de Marx. Es un concepto que no se comprende fácilmente, y, por eso, Sweezy, lo analiza de forma detallada en este capítulo. Para Marx, el trabajo abstracto no tiene nada de metafísico ni irreal. "Abstracto" quiere decir que hablamos de un término "trabajo" que engloba toda clase de actividad humana productiva en sentido general. Marx no fue quien introdujo el concepto del trabajo abstracto en la economía político. Aparte de Benjamín Franklin, también lo contempló Smith hablando del trabajo en general, en lugar de “trabajo comercial”, “trabajo agrícola”, etc. De hecho, Marx reconocía que fue la escuela clásica la que definió la actividad productiva de forma abstracta, utilizando el trabajo abstracto para analizar las relaciones sociales.


El trabajo abstracto está en el núcleo del capitalismo. En la sociedad capitalista, el trabajo tiene más movilidad que en ninguna otra forma de sociedad anterior. Los trabajadores cambian de puesto con bastante frecuencia y los nuevos que entran en el mercado laboral son colocados en los puestos más bajos de la jerarquía. No obstante, estar en un puesto u otro no tiene tanta importancia como la voluntad de esta fuerza de trabajo en su conjunto y su nivel general de desarrollo. Esto nos dice cuánto una sociedad puede responder a sus necesidades mediante la producción.


La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor


Podríamos ver una mercancía y pensar que el artículo ha sido elaborado por un trabajador que realiza su labor aislado del resto de la sociedad. Sin embargo, también se puede ver como un producto cuya elaboración ha requerido una parte del total de la fuerza de trabajo en la sociedad. La teoría del valor tiene un aspecto cuantitativo en tanto que se puede medir las unidades de tiempo que han sido necesarias para producir una mercancía dada. La pregunta a responder es "¿cuánto trabajo ha hecho falta para hacer esta mercancía?"

Los conceptos "trabajo socialmente necesario" y "trabajo simple" se han utilizado para criticar la economía política de Marx . Estas críticas son de carácter cuantitativo y son examinados en otro capítulo.


El carácter fetichista de las mercancías


El análisis que se elabora busca la sustancia de las relaciones sociales. Las formas de organización social son esenciales para este estudio. Marx en su teoría sobre Fetichismo de la Mercancía, se percató de que, a la hora de analizar las mercancías y su producción, se cometía a menudo el error de confundir la forma con la sustancia. Este problema sólo podía subsanarse mediante análisis crítico. Por lo general, las mercancías terminan transformándose en productos útiles gracias a los individuos privados que se ponen a producirlos. El trabajo conjunto de la sociedad es la agregación del trabajo de todos estos individuos privados. El carácter social específico del trabajo solamente aparece en el acto de cambio de los productos. Por ende, las personas se relacionan no directamente sin a través de los productos que elaboran.

Esta situación no se empezó a dar hasta que el capitalismo estuvo relativamente avanzado. En este contexto, la producción de mercancías adquirió un desarrollo alto y una difusión amplia; eso ha llegado a materializar las relaciones sociales. La realidad es el "mercado" donde priman los precios y cantidades vendidos; los seres humanos pasamos a ser meros instrumentos. El proceso de producción "se independiza" de la persona. Después, acabamos viendo este proceso tal como podría ver los fenómenos naturales que se escapan de nuestro control como el tiempo o la puesta del sol.
A fin de cuentas, la sociedad se ha convertido en otra ciencia natural en el periodo del capitalismo. El dominio del proceso de producción tiene correlación con la teoría de la mano libre de Adam Smith,; es decir, la economía se regula sola.

Tal como pasa en las ciencias naturales, se piensa que con el capitalismo hemos llegado al máximo nivel de desarrollo económico. Siguiendo esta lógica, los sistemas anteriores se ven simplemente como versiones primitivas del capitalismo moderno. Valor, renta, salario, ganancia, etc. son considerados como componentes esenciales de la vida económica. Según Sweezy, los que piensan así hacen un análisis ahistórico que deja fuera aspectos como las diferencias en las formas sociales. La negación de la historia es el máximo exponente del Fetichismo. Nos encontramos envueltos en una mistificación completa del modo de producción capitalista. Convertimos condiciones sociales en cosas y confundimos las condiciones materiales de la producción con sus formas históricas y sociales.

Ricardo fue el que desarrolló al máximo la economía política clásica poniéndole la base para una comprensión racional de las relaciones que están en la base de la producción capitalista. Sin embargo, nunca fue más allá de una visión limitada. Los que eran afines a su pensamiento, por su parte, no se atrevieron a explorar estos aspectos. Desde aquel momento, Marx y otros críticos del orden social existente han sido los únicos que han pretendido continuar con el trabajar de Ricardo.

En realidad, la forma de producción de las mercancías sirve para ocultar el verdadero funcionamiento del capitalismo que divide a la población en clases. Opera bajo la ilusión de que tod@s estamos en un plano de igualdad puesto que tod@s somos vendedores y compradores de mercancías; da igual que hablemos de terratenientes, de empresarios o de trabajadores.

La mayoría aceptan el sistema considerando que las relaciones sociales son tal como aparecen ser en la superficie. A partir de ahí, se han elaborado una superestructura de leyes y principios éticos con los cuales se justifica el orden social existente y se regula la conducta de la población. El Fetichismo nos invita a relativizar la justicia y legalidad capitalistas para que contextualicemos, en sentido histórico, el capitalismo.

La producción de mercancías tiene afán de perdurar en el tiempo sin revelar las relaciones sociales que están en sus cimientos. Además, ha dado lugar a la actual economía entendida como ciencia que ha permitido que las fuerzas productivas hayan llegado a su máximo nivel de desarrollo. Entender la economía como ciencia es entender que respeta ciertas leyes de funcionamiento estables. Eso le da al individuo seguridad a la hora de planificar el futuro de su negocio con vistas a obtener un resultado óptimo.

Con eso, no se quiere decir que el sistema esté completamente trazado y racional. Se han racionalizado algunos procesos parciales mientras que el sistema en su conjunto está marcado por una irracionalidad que va en aumento. Se da una gran contradicción donde el individuo se encuentra en un sistema social que le da una formación para controlar su propio destino. Pero, a la vez, no se permite que éste/a vea el engranaje que hace funcionar este sistema.

Entender esto como parte esencial del Fetichismo es un paso esencial para poder comprender el análisis marxista del capitalismo.